Una cuarentena de socios estuvieron presentes en el acto de entrega de los reconocimientos a los socios Antonio Cerdan y Luis Payá, coincidiendo con la celebración de la asamblea general ordinaria de la Cooperativa realizada el pasado viernes.
La Cooperativa Agrícola de Petrer ha celebrado sus 111 años de existencia homenajeando la trayectoria profesional de Antonio Cerdan y Luis Payá, veteranos socios cooperativistas, por su contribución al desarrollo agrícola y ganadero de las poblaciones del Valle del Cid. Ambos socios fueron los protagonistas de un emotivo acto donde se les hizo entrega de una placa conmemorativa tras una breve presentación de su extenso recorrido personal y profesional.
El objetivo del acto, que la Cooperativa Agrícola ha realizado por primera vez este año, “es reconocer el esfuerzo, la dedicación y la calidad humana de nuestros socios, que son la base de nuestro espíritu cooperativo”, ha señalado Andrés Ángel Pérez, presidente de la entidad. Actualmente, cerca de novecientas personas conforman la base social de la Cooperativa, muchas de las cuales siguen desempeñando una importante labor en el mantenimiento de las tierras de cultivo y la elaboración de productos como el aceite y el vino, básicos en la estructura agraria del Vinalopó.
En palabras del propio presidente, para los próximos años “el consejo rector de la Cooperativa pretende consolidar este tipo de actos, porque es una forma de valorar al esforzado trabajo de nuestros socios a lo largo de décadas, pero también una forma de visibilizar la producción agraria y ganadera que, pese a la compleja situación que vive, sigue evolucionando y adaptándose ante los nuevos retos de mercado y de sostenibilidad ambiental”.
Los homenajeados en esta primera edición son dos ejemplos de personas que han dedicado toda su vida al cuidado de la tierra. Antonio Valera regentó una de las últimas vaquerías que hubo en Elda, siendo un importante productor lechero y de carne de vacuno. Por su parte, Luis Payá ha sido trabajador del calzado, aunque pasó toda su juventud como jornalero y pastor en las partidas rurales de Petrer, a las que continúa plenamente conectado.